En este trimestre, los niños y niñas de cuatro años, hemos colaborado muy gustosos con el cuidado de huerto escolar.
A finales del otoño
sembramos unas semillas que parecían piedras grises pequeñas y duras.
Hicimos unos agujeros en el bancal, no muy profundos y colocamos dentro de cada uno tres semillas de espinacas, lo tapamos con cuidado y regamos con las regaderas.
Al llegar el frío del invierno, lo taparon con paja y aunque
mirábamos con mucha atención no había cambios.
Al final de febrero, después de carnavales, empezaron a
salir unos brotes. Seguimos regando y las hojas siguieron creciendo.
Regar con manguera es más divertido |
Las hojitas se fueron haciendo
más y más grandes, de un verde muy brillante, estaban listas para la recolecta.
Cogimos las más grandes y a algunos en casa nos prepararon una ensalada, una
tortilla o un puré con otras cosas muy ricas.
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