El viernes 13 por fin pudimos plantar los ajos. Llevábamos un tiempo queriendo hacerlo, pero con tanta lluvia como ha caído, no habíamos podido. Los alumnos de 6º son los que se han encargado de la tarea.
El ajo pertenece a la familia de las Liliáceas (cebolla, puerro, espárrago). De la llamada "cabeza de ajo" pueden salir 6, 7 o más dientes de ajo, cada uno de los cuales se planta por separado y dará origen a una nueva cabeza. Si se planta ahora, la recogida será en junio.
Primero hay que cavar unos surcos en la tierra, que previamente hemos ahuecado para que esté suelta. Luego colocamos los dientes de ajo a una profundidad de unos 5 centímetros, con la punta hacia arriba, ya que será por donde crezca el tallo.
La distancia entre un diente de ajo y otro será de unos 10-15 centímetros. Después de colocarlo se tapa y a esperar.
El ajo es un cultivo que se suele plantar entre noviembre y diciembre, nunca más tarde de enero, porque como dice un refrán " Cada día que pasa de enero, un ajo pierde el ajero". Es un planta que aguanta bien el frío, aunque al final de su ciclo necesitará calor para que se seque y se pueda recoger.
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